viernes, 3 de marzo de 2017

Testimonio de un inmigrante en Estados Unidos.


Testimonio de un inmigrante en Estados Unidos.

Primero, voy a comenzar presentándome; sin embargo, prefiero mantener mi nombre en el anonimato. Nací en Irlanda en el año 1876. Tenía 4 hermanos, 2 varones y 2 niñas. Éramos una familia feliz, aunque de bajos recursos…
Mi padre era un escritor y mi madre se encargaba de cuidarnos. Sin embargo, muchas veces, cuando mi padre llegaba a casa por la noche, podíamos ver la decepción en su rostro. Sabíamos que tendríamos que ir a la cama con el estómago vacío, otra vez. Nuestro linaje, ha vivido en la pobreza durante mucho tiempo. Mi abuela pudo observar cómo mi abuelo moría de inanición debido a la hambruna producida por la famosa plaga de las patatas. Mientras que ambos tenían la boca verde por comer tanto césped.
Un día, mi padre regresó muy tarde por la noche, olía a alcohol, pero estaba los suficientemente ebrio como para pedir a mi madre que hablaran en privado. Yo y mis hermanos nos fuimos a la cama…
A la mañana siguiente, cuando me desperté pude ver a mi madre empacando ropa y fotografías. Nos reunió a todos en torno a ella y nos dijo que iríamos a América, mejoraríamos toda la situación y viviríamos cómodamente. Nos dijo que, anoche, mi padre conoció a un capitán que llevaba a los inmigrantes a América por un costo muy bajo y que en ese preciso momento estaba haciendo el arreglo. Todos saltamos de felicidad y nos dirigimos al muelle, había un montón de gente que llevaban sus pertenencias.
Durante el viaje pude apreciar lo moribundos que se veían los enfermos. A los muertos los tiraban por la borda, dormíamos entre humedad y ratas junto con otras 4 familias.
Finalmente llegamos a Nueva York. Muchos lloraron y otros reían, estábamos salvados, podríamos tener una vida mejor. Estábamos pasando por la revisión médica, había una pareja enfrente nuestra, pero el marido tenía los ojos rojísimos y manchas en la piel. Inmediatamente, dos oficiales lo escoltaron, separándolo de su mujer mientras ella gritaba y lloraba. Estaba aterrado. ¿Qué pasaría si me separan de mi familia? Afortunadamente logramos pasar la revisión médica, también la revisión de objetos personales.
Todo había marchado bien, mi padre trabajaba en una fábrica y mi madre como costurera, siempre la ayudábamos para que el trabajo fuera más rápido. Pero un día, mis padres nos llamaron a mí y a mis 2 hermanos, nos pidieron que cargáramos nuestras maletas con ropa. Nos dieron un trozo de pan y algo de dinero. Después nos llevaron a una parada de tren y nos pidieron que durmiéramos en el banco, mientras esperábamos el transporte. Sin embargo, cuando nos despertamos, ellos ya no estaban. Solo éramos los 3 hermanos.
Encontramos trabajo en una cantina, a veces fregábamos el piso y otras alimentábamos a los perros. El dueño era italiano y un hombre con carácter explosivo, a veces nos golpeaba solo para desquitarse, incluso si no habíamos hecho nada malo. Pero nos permitía vivir en un cuarto y nos pagaba con comida o con alguna que otra moneda. Sin embargo, vendió a uno de mis hermanos a un hombre de fina procedencia. Intentamos evitarlo, pero el dueño nos amenazó con matarnos a golpes. Mi hermano y yo vivimos así hasta que cumplimos 18 años.
Vivimos en la calle durante 4 meses, haciendo trabajos esporádicamente. Finalmente, una familia que vivía a las afueras de la ciudad nos contrató como sirvientes y para hacer trabajos de jardinería de vez en cuando.
En una mañana de otoño, yo y mi hermano fuimos a la ciudad para comprar víveres. Y repentinamente observamos por la ventana, dentro de una licorería había un hombre que llamó mi atención, entramos al local. El hombre estaba vestido de una manera fina, pero tenía un aura que me parecía conocida. Me acerqué a él y le pregunté la hora como una excusa para empezar una conversación, cuando sacó el reloj de su bolsillo, pude ver el anillo en su dedo. Era el mismo anillo que tenía el hombre que compró a mi hermano. El cantinero subió las cajas de licor al mostrador, así que me ofrecí, junto con mi hermano, a ayudarlo a llevarlas. El caballero accedió de una manera muy educada y nos dirigimos a su vivienda.
Era una casa muy bonita, tenía 2 pisos y podían verse a las sirvientas ir de un lado a otro. El hombre nos dijo que pusiéramos las cajas en la cocina, nos llevó hasta ahí y de repente pronunció el nombre de mi hermano…
Éste entro corriendo por la puerta. –Guíalos a la bodega- dijo el hombre, mi hermano nos llevó y en cuanto dejamos las cajas en el suelo, lo abracé lo más fuerte que pude. Mis dos hermanos me miraron con asombro, pero no tardaron mucho en darse cuenta de que estábamos reunidos nuevamente.
El dueño entró al almacén y nos miró extrañado, cuando le explicamos todo, bufó y nos felicitó por tan grata sorpresa. Empezamos a contarle nuestra historia del pasado, cómo habíamos llegado y qué fue lo que pasamos. Se quedó en silencio por un rato, nos miró y dijo –Su historia me parece muy interesante, he estado buscando un tema del que escribir y publicar. Quisiera que los tres dieran sus testimonios y trabajen para mí como aprendices-.
Mis hermanos y yo nos quedamos atónitos, accedimos de manera inmediata, el señor nos contrató para trabajar como asistentes y sirvientes. Nos sentimos tan afortunados, nadie había sido tan cálido con nosotros como éste hombre lo era. Nos permitió aprender a redactar y nos recibió de la manera más humana posible.
2 años después, el caballero subió corriendo al estudio y nos reunió a los tres. Quedamos impactados cuando nos dio la noticia, gracias a sus contactos, encontró el lugar donde mi familia estaba habitando.
A la mañana siguiente partimos en busca de mi familia. Llegamos a un edificio, había una panadería en la planta baja. Entramos y un hombre de nacionalidad italiana nos saludó, buscamos al señor X. El hombre nos abrió la trampilla del mostrador y nos permitió pasar, subimos las escaleras y el tocó a la puerta. Se fue y nos permitieron pasar.
Ahí estaba mi padre, estaba leyendo el periódico y tenía puestas sus gafas, había envejecido, pero todavía podíamos reconocerlo. Volteó a vernos y dijo- ¿En qué puedo ayudarles? -. El hombre que venía con nosotros se presentó y después nos introdujo por nuestros nombres.
Cuando el hombre terminó de pronunciar mi nombre, mi padre se acercó muy lentamente, examinándonos como si fuéramos fantasmas. Sus ojos comenzaron a cristalizarse, nos acarició la mejilla mientras preguntaba nuestros nombres y nosotros asentíamos.
Nos abrazó a los tres y comenzamos a llorar, caímos al suelo, nuestras rodillas temblaban y nos aferramos a su ropa. Mis hermanas llegaron de hacer las compras - ¿Papá? - preguntaron. –Mis hijos, mis hijos- pronunció mi padre. Ellas se unieron al abrazo sollozando, llenas de alegría, habían crecido tanto pero ahora estábamos juntos…


Después de calmarnos, empezamos a dialogar, mi padre se disculpó repetidas veces. Pero solamente lo abrazamos, le habíamos perdonado hace tanto tiempo. Sin embargo, cuando preguntamos sobre mi madre, nos enteramos de que enfermó de tuberculosis, estuvo en cama durante 6 meses y finalmente murió un año atrás…

Este trabajo es de mi autoría, hecha como una historia independiente y de carácter académico.
Queda prohibida su venta y reproducción

sábado, 18 de junio de 2016

miércoles, 15 de junio de 2016

Mi amante, el aíslamiento.

Todos en algún momento, salímos al mundo exterior.
 Pero nuestra piel esconde lo que hay en nuestro interior.
Está conmoción ha llevado a discusiones con mis padres,
me aman y me quieren, pero me hacen sentir inerte.

En mi visión joven,he tenido algunos problemas para exteriorizar mis pensamientos y emociones. Sentir que aunque oigan mi voz, no están escuchándola, son cosas muy diferentes.

Siempre me limito a adaptar mis sentimientos a las oportunidades que tengo porque aunque trate de ser positiva, nunca consigo hacerlo. 
No quiero dar a entender que busco atención, no la necesito. 
Solo expresar mis ideas y que las recuerden, hasta el infinito.

Lo que más me produce dolor en el estómago, es que soy la hermana mayor 
Y tengo mucha empatía en mi interior, alguien más pequeño que yo, 
a quien quiero demasiado, está sufriendo. 
Me hace sentir impotente y débil, siento que estoy muriendo.

 Mis padres,soy muy unida a ellos, 
pero hay cosas que es imposibles de decir,
 para no crear una guerra con ellos, y querer huir.
Lo más doloroso, son los pensamientos que tengo,
si no, el hecho de no poder compartirlos con nadie.
Sentir que no me toman en serio, me hace sentir una completa ignorante.

No todo ha sido malo, sin embargo, nunca he podido ser muy positiva,
ese rasgo, ha provocado tristeza en mi familia.
La gente que más quiero, generándome un estado de temor y culpa
a la vez, explotando en cólera, donde mi único testigo, fue la luna.

La ironía me persigue, un juego entre mi humana interior y la exterior,
mis emociones y la razón.
Oh! Aíslamiento, me enamora tu silencio, en él me siento tan cómoda y tan libre,
haces que mi amargura desaparezca y el viento huela dulce.

Contigo no debería estar, porque todos creen que nuestra relación es descrita como inmoral,
creen que terminarás haciéndome daño, cuando eres el único que me protegerá,
Nos une la soledad y nuestro amor por la oscuridad, 
por favor, no me dejes jamás...



domingo, 12 de junio de 2016

   




I'd tried to make digital art, but draw with your finger it's not easy....
The programs that i use are Paper 53 and Photoshop. But i'm learning to color and draw with the mouse. Haha

miércoles, 8 de junio de 2016

Let me introduce myself

Hi, my name is Barbara, I got 14 years old, almost 15. I'm an aspirant to artist and model.
I make this blog with the propose of share my life and my art.

Hope you like it... See you.